31 de julho de 2008

AMP-LA Acción Lacaniana


AMP Blog publica lo que AMP-UQBAR ha editado: textos pronunciados por los presidentes de las Escuelas de la AMP sobre el tema « La Acción Lacaniana » el día 25 de abril de 2008 , durante la última Asamblea General de la Asociación en la Ciudad de Buenos-Aires.



L’action lacanienne à l'ECF, Francisco-Hugo Freda
No es país para viejos, Mónica Torres
La acción lacaniana de la EBP, Iordan Gurgel
La acción lacaniana de la ELP, Xavier Esqué

L’AZIONE LACANIANA IN ITALIA, Marco Focchi
La acción lacaniana en Europa y la FEEP, Vicente Palomera
LA ACCION LACANIANA EN LA NEL, María Hortensia Cárdenas


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L’action lacanienne à l'ECF


Il y a une action lacanienne. Celle-ci prend son sens en fonction de l’époque. La reconquête du Champ Freudien a été l’action de Lacan. Il a commencé la bataille, son œuvre le démontre. Sans Lacan, Freud aurait disparu. L’ECF et les autres écoles du Champ Freudien ont pris la relève dans cette action et l’on peut dire, sans la moindre hésitation, que la bataille a été gagnée.

Quelle est notre action lacanienne aujourd’hui ? Les problèmes commencent quand il faut se mettre d’accord sur les nouveaux principes qui doivent l’orienter. Il s’agit là d’une politique. Dans la psychanalyse, c’est le symptôme qui la détermine, c’est-à-dire, son interprétation. Ce qui conduit, inévitablement, à trouver une définition de l’analyste à la hauteur de la politique. Je parle ici de notre analyste.

Définition du symptôme, interprétation, notre analyste : tel est le tripode sur lequel doit s’appuyer « l’action lacanienne dans les écoles du XXIe siècle ».

Le symptôme n’est pas le même à l’heure actuelle dans sa manifestation comme dans sa conceptualisation. D’un côté, dans sa présentation, il se manifeste comme consubstantiel à la structure. Symptôme et structure sont alors la même chose. Dans Le Séminaire XXIII, Lacan a fait du symptôme un des éléments homogènes du nœud : le quatrième rond. Pour la première fois dans l’histoire de la psychanalyse, le symptôme fait ainsi partie de la structure à partir du vide qu’il produit. Il s’agit d’un point de difficulté clinique, étant donné que l’interprétation fore davantage le trou que le langage essaye de dissiper. Le sujet définit de la sorte ne l’est pas tellement par la trame signifiante qui le détermine, mais par la rencontre avec un bout de réel insoupçonné où il réalise une satisfaction inexplicable.
Nous sommes très loin de Freud. C’est un fait.

Maintenant, notre psychanalyste. Il est le produit de notre définition du symptôme, s’il veut accepter la nouvelle configuration de la psychanalyse produite par notre Ecole.

La société, le discours social, l'accuse de ne pas jouer la carte obscure de l'évaluation. Cependant, notre analyste a suffisamment de raisons de s'y opposer. Le sujet que nous avons produit par l’acte analytique ne peut pas se soumettre à ce type de procédures. Au contraire, il s’y oppose. L’analyste doit prendre à sa charge ce qu’il a produit. Rencontrer un psychanalyste aujourd’hui suppose d’accepter comme principe que rien ne sera plus pareil après, même si le résultat de cette rencontre est un échec.

L’analyste est un symptôme pour le sujet qu’il reçoit, pour la marque qu’il laisse et pour le résultat qu’il précipite. Il devient une partie de la structure qu’il génère. Sa responsabilité est donc grande dans le monde contemporain.

Lacan lui a légué son nouveau nom : sinthome. Jacques-Alain Miller a développé la formule. Ceci étant dit, rencontrer aujourd’hui un psychanalyste est déjà une interprétation. C’est vouloir, en quelque sorte, traiter une jouissance par la parole. C’est l’exact opposé qui consiste à traiter la jouissance par la consommation. C’est une interprétation faite par notre analyste de la société.

La psychanalyse va à la rencontre du monde. Cette conception politique a été réalisée par la création, par l’ECF, du premier CPCT du Champ freudien. Le succès rencontré auprès de la population que le CPCT reçoit a produit un effet de vagues et les centres se sont multipliés dans tout le Champ freudien. C’est la preuve éclatante que les Ecoles ont interprété clairement le jeu sociétal où nous sommes immergés.

Les psychanalystes interprètent la société, cette interprétation doit s’étendre bien au-delà de ce que nous avons pu imaginer jusqu’à maintenant. Nous devons interpréter l’université qui nous chasse, les hôpitaux qui nous excluent, les grands médias qui nous attaquent et bien d’autres choses auxquelles nous devons réfléchir.
Jacques-Alain Miller nous donne l’indication précise : « Il nous reste, rien de moins, à conquérir la société – par l’exemple et par le discours. Ceci est aujourd’hui à notre portée, à condition de savoir se réinventer. » L’ECF s’adonne à cette tâche.

Francisco-Hugo Freda,
Président de l’ECF.

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No es país para viejos

Mónica Torres

El título de esta breve presentación hace alusión a la película de los hermanos Coen, y a la novela de Corman McCarthy que la inspira.

Creo que es un buen título para hablar de la acción lacaniana en la EOL.

El país del psicoanálisis no es lugar para viejos ideales.

Como lo dice J.-A. Miller en su curso “Un esfuerzo de poesía”, en nuestro tiempo es necesario saber qué lugar darle a la acción lacaniana para que tenga consecuencias en la sociedad.

No podemos ya sostener la contra-sociedad del psicoanálisis, que fue una respuesta a los años 70 en tiempos del Seminario 17. Allí donde Lacan equiparó la protesta a la colaboración misma, se trataba de no aceptar los términos del discurso del Amo, por lo tanto el psicoanálisis tenía que mantenerse apartado.

Estamos en otros tiempos.

Sin duda el país del psicoanálisis es un país que acepta a los débiles, y en especial a esos débiles mentales que son los neuróticos, es decir los analizantes.

Eso continúa y continuará. Nuestra Escuela es muy entusiasta en relación al psicoanálisis en intensión y al pase mismo.

El pase no ha envejecido. Porque ha cambiado en cada crisis y mejora cada vez.

Pero en relación al psicoanálisis en extensión, la EOL tiene que abrirse hacia la ciudad.

Los miembros de a EOL, uno por uno, siempre hemos trabajado en Salud Mental.

Es un hecho en nuestro país. Tanto los jóvenes, como los que ya tenemos una larga trayectoria, hemos por así decirlo, militado en los hospitales, salitas, centros de Salud, barrios carenciados. Siempre. En las circunstancias más adversas, también.

Desde finales de los 60, cuando Oscar Masotta introdujo el psicoanálisis lacaniano en nuestro país, esa militancia fue lacaniana.

Luego, tuvimos la alegría y la suerte de encontrarnos con J.- A. Miller que desde hace casi 30 años nos guía en la orientación lacaniana. Y así seguimos los analistas de esta Escuela trabajando por la orientación lacaniana con persistencia, fuera de nuestros consultorios, uno por uno.

Pero la EOL como institución no ha apoyado suficientemente esa acción que sus miembros realizan. Por eso el Consejo les pide que declaren ese trabajo en el campo social a la Escuela. Las instituciones en las que trabajan, las que han creado. La Escuela quiere interesarse, a través de su Consejo, en los problemas que afrontan, los que resuelven, las incidencias que obtienen.

Se los proponemos desde el Consejo, pero también desde el ICBA, desde Pausa, desde los departamentos del CICBA, desde el IOM. Queremos incidir como Escuela en la práctica clínica que se realiza en la ciudad.

Por supuesto desde la EOL, la Red y más específicamente Pausa, se están ocupando de los efectos terapéuticos rápidos.

La Escuela tiene que hacer no sólo una apertura, sino una ruptura con la clausura anterior.

Se trata de eso, de apertura, de ruptura incluso. Por eso proponemos un Seminario de Psicoanálisis Aplicado al lado de las Noches del Pase.

El psicoanálisis que se practica en Pausa, nuestro CPCT, no es igual al que practicamos en nuestros consultorios. Pero tampoco es igual a la práctica del psicoanálisis aplicado en los demás lugares. Tiene su especificidad. Y tenemos que trabajar desde la EOL, en la doctrina y en la política que sostiene esa diferencia, si es que la hay. Eso haremos desde un seminario en la EOL que queremos nombrar con un significante nuevo, para que no se asimile al psicoanálisis aplicado tal como lo practicamos sin hablar mucho de lo que hacemos. Pues bien, ahora vamos a hablar.

El psicoanálisis en este país debe estar abierto a los débiles, a los neuróticos y a los marginados. También a los artistas, a los intelectuales, a los filósofos, a los políticos. Discutiremos con el discurso universitario en su terreno, si es necesario, hablaremos con su lenguaje.

Sin duda seguiremos protestando cuando sea necesario pero daremos pelea en el actual campo de batalla. En eso, no somos débiles.

No hay lugar, ya, para la nostalgia.

Después de la Caída del Muro, en este mundo globalizado no basta protestar en la intimidad de las paredes de la EOL.

Debemos asegurarnos de que nuestras publicaciones, nuestras intervenciones en la ciudad, estén a la altura de la civilización que nos toca vivir en el siglo XXI. Nuestro discurso tiene que subvertir el orden establecido por el Amo Moderno. Pero lo hará en su terreno.

Debemos encauzar nuestro entusiasmo hacia prácticas que nos permitan incidir en el Campo del Otro, usando sus significantes cuando nos convengan.

Es verdad que en la frontera del crimen y la sangre, en la ciudad más feroz del país que gobierna hoy el mundo, Texas, no hay lugar para el psicoanálisis. Pero hay otros lugares, como Miami y Nueva York, en los que Lacan ha entrado de la mano de colegas de la AMP, aún en los Estados Unidos.

Y hay otras instancias en las que podemos incidir y lo haremos. J. A. Miller va a estar en la Universidad de Derecho, presentando un libro sobre el crimen.

Me han propuesto hacer instalaciones, intervenciones en los espacios públicos, lo haré si es posible. Los hospitales, los centros de Salud, las salitas, las obras sociales, pero también las plazas, las universidades, los teatros, los cines; las instalaciones del arte nos tendrán allí.

No será fácil. Estamos más acostumbrados a dar nuestro seminario en la sede de la EOL, entre nosotros. Les pido a todos que me acerquen sus ideas. A mí, al Consejo, a Pausa, al ICBA.

Hoy más que nunca, el país del psicoanálisis no es país para viejos, pero en el sentido inverso al que la película de los Coen nos muestra.

Tenemos algo para decir sobre la violencia, la psicosis, la perversión, las nuevas familias.

Después de todo, esta ciudad, Buenos Aires, se nos ofrece. Tengo, como Borges, fervor de Buenos Aires, y Buenos Aires tiene fervor por el psicoanálisis como no lo he visto en otro sitio. Esta ciudad que, como en el poema, persiste en un lugar predestinado del mundo, con su topografía precisa. El psicoanálisis y la Argentina toda, Córdoba, Rosario, Santa Fe y el interior en su totalidad, se llevan bien, se entienden, son cómplices. Eso hay que aprovecharlo y darle nuestra orientación.

Para recordar una frase de Miller, en momentos de la fundación de la EOL, hay que salir, en éste, y en todos los lugares en que nos sea posible, dar combate y tomar la ciudad.
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La acción lacaniana de la EBP

La acción lacaniana fue propuesta por J. A. Miller en el contexto de la acción poética[1]. Conjugar acción y poesía nos remite a la creación, al deseo de aquel que crea la acción dirigida al Otro social. Actualmente, nos dice Miller[2], lo que se espera de nosotros analistas es la acción lacaniana, tributaria del realismo – obligatorio en la política lacaniana – que consiste en tomar en cuenta el Otro[3]. Desde 2004, la EBP[4] trabaja para cumplir la política de la AMP, que nos incita a una participación decidida en la ciudad como respuesta al malestar social y a la ofensiva cientificista de la psiquiatría farmacológica y de las psicoterapias cognitivistas y comportamentales Es posible, entonces, situar en Septiembre de 2004, con el I Coloquio: La Utilidad Social del Psicoanálisis, el inicio de la trayectoria de la EBP visando dar la debida resonancia en la sociedad a aquello que nuestra comunidad analítica venía produciendo, sea en la Clínica, sea en la doctrina o en la política de orientación lacaniana, revelando y desdoblando todas sus consecuencias. Esos Coloquios, siempre dedicados a un tema de apelo social (este año, será el VIII y se dedicará al Psicoanálisis Aplicado), expresan la presentificación de la Escuela en las ciudades. En Abril de 2005, el V Congreso de la EBP bajo el tema: La acción lacaniana en la civilización del objeto a ya apuntaba para una nueva orientación, emanada de la AMP, objetivando la renovación de la práctica del psicoanálisis en conformidad con las exigencias de la contemporaneidad – la civilización del objeto a en oposición a la civilización del Nombre-del-Padre, que motivó la acción freudiana. En esta secuencia, el programa de la Directoria, en consonancia con la orientación del Consejo de la EBP, ya revelaba un tropismo por una alianza con la forma llamada psicoanálisis aplicado en el campo social, renovando así la práctica y destacando enfáticamente la política de la Escuela: 1. Promover la acción lacaniana: convocar a los miembros de la Escuela a que estén presentes en la ciudad. Tomar partido a favor de un psicoanálisis que extrapola el consultorio privado para darle la palabra al sujeto en las instituciones. 2. Enfatizar nuestra posición contraria a la reglamentación del psicoanálisis. 3. Incentivar las acciones relativas a la instalación de Clínicas de Atendimiento, explorando la “función social” y de “utilidad pública” de nuestra Escuela. 4. Privilegiar iniciativas específicas del Campo Freudiano en el sentido de trabajo de esclarecimiento al público sobre el psicoanálisis y sus diferencias con las psicoterapias. Siguiendo en esta dirección, una serie de iniciativas fueron tomadas o continuadas con más énfasis. Hoy, podemos decir que, frente a los resultados, no se trata más de interrogar la utilidad del psicoanálisis, sino de mostrar, acompañar su aplicación y consecuencias. La EBP y sus Institutos están presentes en 13 estados y en más de 25 ciudades de Brasil, con proyectos consistentes de psicoanálisis aplicada: dos CPCTs en pleno funcionamiento (Bahia y Minas) y más dos en formación (Río y São Paulo). La experiencia con los Centros Psicoanalíticos de Consultas y Tratamiento se revela como la acción lacaniana por excelencia. En ella, verificamos las consecuencias del acto analítico en la aplicación del psicoanálisis a la terapéutica, ofertando nuestra tecnología - el discurso analítico – para el tratamiento del síntoma a fin de transformar la economía de goce del sujeto, en oposición a las ritalinas y anti-depresivos de la biotecnología de mercado. También contamos con las Clínicas de Atendimiento ligadas a los Institutos o creadas por miembros de la Escuela (3 en SP; 4 en Rio; 1 en ES; 1 en PR), además de una serie de iniciativas implementadas por estos y pautadas en la orientación lacaniana en instituciones públicas o privadas de Salud Mental, Educación, Medicina y Derecho, consolidadas a través de convenios y asociaciones con los Institutos y sus Núcleos de Pesquisas en diversas ciudades. Además, la EBP tiene presencia activa en la Articulación de las Entidades Psicoanalíticas Brasileñas, en Rio de Janeiro[5] y también en el Movimiento Minero de Psicoanálisis[6], que tiene como objetivo parar la reglamentación de la Psicoanálisis. La movilización actual es para la lucha contra el “Proyecto de ley para la regulación del ejercicio del psicoanálisis en Brasil”, propuesto por la IPA[7]. Así, la EBP, creada hace 13 años, viene adquiriendo su madurez política y epistémica a fin de enfrentar los impasses en la civilización y sus variadas formas de goce que impone la acción lacaniana. La acción freudiana[8] previno acertadamente que, en el futuro, los psicoanalistas tendrían que organizarse y prepararse para atender las camadas más amplias de la población que padecen de la “miseria neurótica” existente en el mundo. Siendo así, por qué no pensar la acción lacaniana como favoreciendo, a partir de las consecuencias del acto analítico en la sociedad, hasta inclusive los seguros sociales y de vida, tal como previsto por Lacan[9], al afirmar que: “... en el transcurso de los análisis...los resfriados, las gripes, todo eso se apaga, y, aún con respecto a las enfermedades de larga duración, si hubiera más análisis en la sociedad, la pasaríamos mejor”? Previsiones aparte, la EBP atraviesa un momento de entusiasmo y creatividad, con énfasis en los nuevos dispositivos asistenciales y en el movimiento en dirección al Otro social, realizando el voto de Lacan de tornar las Escuelas de Psicoanálisis cada vez más de utilidad pública y a la altura de las exigencias de su época. Iordan Gurgel [1] “Um esforço de poesia”, Seminário de Jacques-Alain Miller, lição XI (05/03/2003).[2] Curso de Orientação lacaniana, aula I, 14/11/08[3] Política lacaniana, Seminário de JAMiller,97/98, Colección Diva, Bs. As. 2002, p.102. [4] Antes, em 2001, já se esboçava esta orientação. Durante o XI Encontro Brasileiro do Campo Freudiano, aconteceu uma conversação “o trabalho do psicanalista na instituição”. [5] Representada por Sérgio de Mattos e Heloisa Caldas[6] Representada por Samyra Assad[7] Dispõe sobre o exercício da profissão de Psicanalista e cria o Conselho das Entidades Psicanalíticas (CEP).[8] Em 1918 durante o V Congresso Psicanalítico Internacional, em Budapeste: “Linhas de progresso na terapia psicanalítica”.[9] Seminário a Angústia, aula de 23/01/63

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La acción lacaniana de la ELP
Xavier Esqué

La Escuela tiene como objeto el real en juego en la formación del analista. Un real ligado a la responsabilidad de cada uno de sus miembros en asegurar la pervivencia del psicoanálisis, es decir, un real ligado a la necesidad que tiene el psicoanálisis de reinventarse.
La Escuela se convierte así en uno de los nombres de la política del psicoanálisis y la acción lacaniana es su puesta en acto. La acción lacaniana es realista, es una acción orientada por la política del síntoma. Esto quiere decir que toma en cuenta los fenómenos de la época y la incidencia que ésta tiene en la subjetividad.

La acción lacaniana en la ELP se despliega, fundamentalmente, alrededor de tres ejes:

- el psicoanálisis aplicado a la terapéutica
- el psicoanálisis en intensión, psicoanálisis puro.
- el trabajo de elucidación del estado de la civilización
La ELP se ha reconfigurado a partir de la apuesta y la acción decidida por el psicoanálisis aplicado. Las futuras generaciones de analistas encontrarán, mayormente, al psicoanálisis en el campo psi. Es en este terreno donde debemos librar la batalla contra la ideología de la evaluación y su falsa ciencia, y es en este campo, como ha planteado Miller, que al analista le corresponde demostrar que es distinto del psicoterapeuta. Nuestros centros de psicoanálisis aplicado (los 4 CPCT de BCN, Madrid, Bilbao y Málaga, y la Clínica de la Coruña) son unos excelentes dispositivos a la hora de plantear en acto la existencia del psicoanálisis en lo social. Los CPCT en tanto son un producto del discurso analítico y de la acción lacaniana nos permiten reconfigurar nuestra oferta de psicoanálisis y crear nuevas transferencias. Tenemos, entonces, una política decidida que va de la mano de los principios rectores del acto analítico y de una clínica orientada por lo real.

Orientada por lo real y, por tanto, ligada al pase. Cuanto más avancemos en el saber que se extrae de los finales de análisis más capacidad de maniobra tendremos para movernos en el campo del psicoanálisis aplicado. Necesitamos psicoanalistas formados para poner en marcha la acción lacaniana. Por otra parte, el pase asegura que la garantía del analista no vendrá únicamente por la vía de la práctica.

La ELP sigue con atención y participa de los debates sobre el pase que tienen lugar en el seno de la Escuela Una. El cartel del pase hispano hablante de la FEEP, integrado por miembros de nuestra Escuela, viene desarrollando su tarea sin interrupción. En estos momentos el problema era, en España, tener que arreglárnoslas sin nuevos AE, así como con una demanda de pase exigua. La contingencia del nombramiento de Antoni Vicens nos viene muy bien, nos ha caído como “agua de mayo”.
Nuestra acción está encaminada a avanzar en un punto especialmente difícil para los psicoanalistas que es el de incrementar nuestra presencia en el campo social, en el campo de lo político. Si el inconsciente es político, el discurso analítico tendría que hacerse escuchar en lo social del mismo modo que el inconsciente se hace escuchar en la cura. En este sentido, la Escuela quiere alentar a los psicoanalistas que trabajan en las instituciones, a los psicoanalistas que en contacto directo con lo social responden a cuestiones que a veces rebasan el campo de la práctica del psicoanálisis.
La experiencia de la Escuela pasa por acoger lo nuevo, tanto en la perspectiva de la orientación como al nivel de las iniciativas de los miembros de la Escuela. La acción lacaniana descompleta, esto quiere decir que convierte en inesencial la parte más institucional de la Escuela que por estructura tiende a desconocer lo real.
La acción lacaniana invita a un decir del uno por uno, que no es sin los otros, donde cada cual pone lo que tiene de practicable al servicio de la política del psicoanálisis. Este decir es también para los otros discursos.

Por eso en la batalla no deberíamos estar solos, no somos los únicos en ver que una lógica social sustentada en la ideología de la evaluación y aplicada al comportamiento tiene fatídicas consecuencias en la vida de los sujetos y en la marcha del mundo. Nuestra acción debería contribuir a la ampliación de un campo contrario a la cuantificación generalizada. Para ello es preciso incrementar nuestra presencia en la opinión pública. En este sentido, leer, interpretar la subjetividad de nuestra época resulta de vital importancia. En la ELP hemos puesto en marcha un Seminario de elucidación del “estado de la civilización”, se trata de abrir camino, de actualizar argumentos, de inventar respuestas, de crear alianzas, de publicar en los medios, de promover Foros, etc.

Un nuevo impulso de la Escuela en España se empieza a reflejar en el número de demandas de entrada a la Escuela. Se inicia un tiempo de renovación generacional. En estos precisos momentos podemos constatar que las demandas de entrada a la Escuela casi triplican la media de los últimos años. Estos nuevos miembros por venir tendrán un lugar en la lógica colectiva de la Escuela, su participación y su nuevo impulso será crucial.

El futuro del psicoanálisis es nuestro, depende de nosotros mismos, depende de la acción de cada uno de los analistas de la Escuela.

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L’AZIONE LACANIANA IN ITALIA
Marco Focchi


La necessità di prolungare l’atto analitico nell’azione sociale si è posto per la SLP su più piani.
Il primo è stato pratico, e ha riguardato l’urgenza di avviare a Roma e a Milano il Ce.cli.p, l’equivalente italiano dei CPCT. Diversamente che nelle altre Scuole il Ce.cli.p è stato in Italia inizialmente collegato con l’Istituto freudiano, che ne ha ospitato le sedi. La soluzione si è imposta per la sua semplicità e rapidità di realizzazione: la struttura logistica era già disponibile e questo ha facilitato la via.
Da subito il Ce.cli.p ha ricevuto un numero ingente di domande, di tipologia variata e che sarà interessante mettere a confronto con quella degli altri Centri clinici europei.
I nostri programmi ora prevedono di dare un particolare impulso allo sviluppo del polo clinico, che riguarderà il collegamento con servizi sociali, strutture di salute mentale, convenzioni ed eventuali accreditamenti.
Abbiamo tutti potuto facilmente vedere, in questa apertura sul sociale, che quando la psicoanalisi si presenta come via di soluzione dei problemi, anziché come lunga ascesi intellettuale, mostrando di poter corrispondere a requisiti di brevità e di incisività, il suo carattere di utilità viene immediatamente riconosciuto e valorizzato.
Naturalmente, nel trattare con le istanze sociali, ci troviamo in concorrenza con le TCC, facilitate perché apparentemente più economiche e perché formatizzate in modo da essere facilmente comprensibili dagli apparati burocratici. Dobbiamo quindi mettere ben in evidenza i punti di forza della psicoanalisi, e quando questi appaiono con chiarezza, la psicoanalisi viene preferita dal pubblico, che può orientare gli apparati.

Il secondo piano che abbiamo contemplato per la nostra azione nel sociale riguarda quindi l’informazione e il rapporto con i media. Abbiamo cercato di progettare la giornata annuale – che quest’anno sarà realizzata in collaborazione con i nostri colleghi spagnoli, e che avrà quindi respiro europeo – nella prospettiva di farne un’occasione di contatto con un più ampio pubblico, con l’obiettivo di presentare il volto nuovo della psicoanalisi che stiamo costruendo nel Campo freudiano, un volto destinato a sostituire l’immagine pregiudiziale che della psicoanalisi si ha correntemente. Abbiamo dunque dato il titolo Trasformazioni della psicoanalisi per mettere in evidenza la freschezza delle nostre proposte, la flessibilità del nostro modo di lavorare, per decostruire luoghi comuni che ormai ostacolano l’accesso del pubblico alla psicoanalisi, perché lo lasciano convinto di sapere già di cosa si tratta.

Per troppi anni forse ci siamo preoccupati di affinare i nostri strumenti concettuali accantonando il fatto che una pratica come la nostra, il cui motore è la traslazione, non può trascurare l’opinione, perché l’impatto sull’opinione è il primo aggancio della traslazione. Bisogna dunque proteggere o rianimare la traslazione sociale nei confronti della psicoanalisi, e per farlo bisogna dialogare sul campo in cui sono in gioco le questioni fondamentali della nostra epoca. Uno snodo critico, in questo, è la biologia. C’è un orientamento riduzionista nella psicoanalisi, che va da Pribram e Gill, a Sulloway, a Solms a Kandel, che ha fatto riguadagnare attenzione alla psicoanalisi nei media presentandola come avvalorata e fondata dalle neuroscienze: credo che tutti ricordiamo il titolo del Newsweek nel 2002 che riabilitava Freud perché le sue teorie apparivano confermate dalle tecniche di Brain Imaging. La nostra prospettiva, sul rapporto con la biologia, è evidentemente diversa, ed è ben indicata dall’intervento di Miller in chiusura delle ultime giornate dell’ECF, su L’avvenire di Mycroplasma laboratorium: partiamo da fatto che non c’è scrittura, non c’è codifica del rapporto sessuale. Non è la biologia a condizionare il rapporto sessuale ma il linguaggio, o lalangue. La vita, la cui qualità, o la cui sacralità, secondo i punti di vista, è diventata in Italia un fattore della politica, è in Lacan uno degli ultimi nomi del reale, e abbiamo quindi tutti gli elementi per prendere posizione in questo dibattito decisivo.

Ultimo piano su cui si è estrinsecata la nostra azione è in direzione delle vicende legislative, che si sono rimesse in moto per rendere rimborsabili le psicoterapie da parte del servizio sanitario nazionale. Dietro queste proposte si profila la minaccia di un controllo o di una supervisione del potere medico su tutto ciò che è talking cure, il che significa per l’appunto annullare il verbale nel biologico. Su questo terreno la questione è aperta, e la Scuola si è già collocata come interlocutore del legislatore per far valere il proprio peso in questa partita decisiva.

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La acción lacaniana en Europa y la FEEP.


Fundada en 1990, la EEP atravesó, desde el cambio de siglo, una profunda transformación con la creación de tres escuelas surgidas en su seno: la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, en 2000 (Madrid) ; la Scuola Lacaniana di Psicoanalisi, en 2002 (Roma); y la New Lacanian School, en 2003 (Brujas). Hemos asistido, pues, en pocos años, al nacimiento de nuevas escuelas, creadas al términar sus respectivos procesos de formación dirigidos por Jacques-Alain Miller.
Esta transformación motivó que, en los últimos años, se planteara la cuestión de su papel en el conjunto de las escuelas europeas. La respuesta fue que la EEP seguía siendo necesaria para las escuelas que habían nacido para ser instrumentos del desarrollo del campo freudiano en los diversos países del ámbito europeo, y que, por tanto, las nuevas escuelas podían apoyarse en la EEP para realizar algunas de sus políticas y, también, para servir como una instancia reguladora, en cuestiones puntuales, o en otras, tan decisivas para el porvenir del psicoanálisis, como el dispositivo del pase.
El carácter profundamente original de la EEP residió siempre en el hecho de pensarla como una escuela que descompletaba el conjunto europeo. La EEP nunca fue una estructura que organizase jerárquicamente las escuelas en Europa, antes bien fue la Escuela que vectorizaba y que encarnaba la dimensión europea en cada una de las Escuelas.
Asumiendo esta historia, como Aufhebung de su pasado, el 30 de junio de 2007, se presentaba un proyecto de Estatutos de la Federación de Escuelas Europeas de Psicoanálisis (FEEP), que el Consejo AMP-Europa aprobó para que fuera sometido a la consideración de la Asamblea General de la EEP, celebrada el 1 de julio en París, junto a un calendario para la aprobación de los Estatutos definitivos. La Asamblea se pronunció favorablemente, acordando un calendario que contempló varias fases: una primera, de discusión entre del Presidente entrante de la EEP y los Presidentes de las Escuelas sobre los estatutos de esta Federación de Escuelas; luego, una segunda fase, donde se votó el proyecto de estatutos por las Asambleas Generales de cada Escuela; finalmente, una tercera, con la adopción definitiva -ayer mismo, aquí en Buenos Aires-, de los nuevos estatutos en la Asamblea General de la EEP.
A la hora de presentar y leer este informe, tengo el placer de anunciar la adopción de los nuevos estatutos que han transformado la EEP en una Federación Europea de las Escuelas de Psicoanálisis, una federación que incluye, como miembros, a todas las Escuelas europeas de la AMP. Quiero aprovechar esta occasión para expresar el profundo sentimiento de satisfacción que las diversas escuelas europeas sienten al poder contar con el apoyo de la École de la Cause freudienne, la primera escuela creada, tras haber aceptado formar parte de la FEEP. Quiero agradecer a nuestros colegas de la ECF por el paso que han dado para construir con su fuerza la Europa lacaniana.
Esta transformación es esencial, en el momento actual del psicoanálisis, para crear una base institucional más coordinada y eficaz, de dimensión europea, para la lucha contra la ideología de la evaluación y sus iniciativas legislativas, y ello en la perspectiva de la acción impulsada admirablemente por Jacques-Alain Miller para combatir algunas de las políticas sanitarias aplicadas a la salud mental en los países de la Unión Europea.

La FEEP tendrá pues como misión el facilitar la coordinación entre las Escuelas, y permitir un mejor seguimiento de la evolución de los CPCT y demás instituciones de psicoanálisis aplicado en Europa. Igualmente, se constituye como Observatorio Europeo para el seguimiento y respuesta a las iniciativas legislativas de los diferentes países de la Unión Europea. En este sentido, la política de la FEEP apuntará a contrariar y detener la “política de civilización” cognitivista promovida, en toda Europa, por las burocracias de Estado, una política autoritaria y utópica que, corta de miras, ha apostado todas sus esperanzas en la evaluación generalizada y en el reino de la cifra.

Para tal fin, la FEEP cuenta, además de las distintas publicaciones de sus escuelas, con un importante órgano de difusión, la revista Mental, que ha pasado a ser la revista de la FEEP, es decir, en su medio más eficaz –junto a las Jornadas- para la difusión de nuestras propuestas en el ámbito de la salud mental. En efecto, Mental es revista de Salud Mental y Psicoanálisis aplicado, destinada al público en general. El último número de Mental, dedicado a Pipol 3, sirve para poner de relieve el decisivo papel del programa Pipol, creado en 2002, para ser uno de los vectores del desarrollo del psicoanálisis aplicado en Europa. Sabemos que Pipol 3 fue un verdadero momento de báscula en la actualización de la práctica del psicoanálisis aplicado. Es por ello que las próximas jornadas Pipol 4, anunciadas para el 11 y 12 de Julio de 2009, en Barcelona, están llamadas a impulsar y hacer conocer la política de la FEEP. El título, anunciado por Jacques-Allain “Desinserción: clínica y pagmática de la desinserción en psicoanálisis” debe inspirarnos a pasar el espíritu de la última enseñanza de Lacan a la formación de los analistas del futuro.

La reconfiguración de la FEEP, a partir de la apuesta decidida por el psicoanálisis aplicado, es necesaria en la Europa que se está construyendo. Las futuras generaciones de analistas encontrarán el psicoanálisis en el llamado “campo psi”, y es en este terreno donde los analistas de las escuelas de la Federación deben hacerse sentir en toda su potencia en el campo del psicoanálisis aplicado a la terapéutica. La vía de la nostalgia acerca del psicoanálisis que antes se practicaba está llamada a ser interpretada. La última enseñanza de Lacan, a la luz de los cursos de Jacques-Alain Miller, es una brújula para despertarnos frente a los nuevos interrogantes y para hacer frente a las nuevas exigencias que el mundo plantea. El paso adelante que hay que dar supone interpretar lo que nos es contemporáneo, leer la subjetividad de nuestra época, avanzar hacia una clínica de la civilización que apunte a al malestar de la civilización, a sus impasses y trampas.

Hemos escuchado, hoy, cómo cada escuela de la FEEP ha abierto nuevos surcos en la extensión de nuestra orientación en el ámbito europeo, encontrado nuevas formas de trabajo entre colegas de distintos países y lenguas que nos ayudan a entender el éxito del último Congreso de la New Lacanian School, en Gante, los pasados días 15 y 16 de mayo.
Inmediatamente después de finalizar este espléndido Congreso, se anunció la preparación del VII Congreso de la NLS, en París, en colaboración con la ECF. Esta es una fórmula de trabajo y colaboración entre las escuelas de la FEEP que no es nueva. Se probó efectiva en 2003, entre la ECF y la SLP y, poco después en las jornadas de octubre de la ECF con la ELP y, en 2004 entre la SLP y la ELP.

Precisamente, la próxima etapa de la FEEP, se cumplirá los días 14 y 15 de junio, en Milán, en ocasión de las Jornadas italo-españolas que reunirá a la ELP y la SLP. El Consejo de la FEEP se reunirá entonces para estudiar la posibilidad de organizar, periódicamente, unas jornadas que reúna la totalidad de las escuelas de la Federación. Se trata de buscar el modo de impulsar nuestra presencia efectiva y nuestra capacidad creative, como Federación, ante los desafíos que el futuro nos depara. Debemos saber que se espera de nosotros un papel activo en la elaboración de respuestas novedosas que hagan frente a las incertidumbres creadas por las políticas irresponsables que han entrado en el ámbito de la subjetividad de los ciudadanos de nuestros países. Una respuesta coordinada y responsable de nuestras escuelas se hace necesaria. Con la FEEP entramos, pues, en otra apasionante etapa en el movimiento de reconquista del campo freudiano en Europa.
Muchas gracias,

Vicente Palomera
Buenos Aires, 25 de abril 2008.

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LA ACCION LACANIANA EN LA NEL
Hace cinco años, en marzo de 2003, en su curso “Un esfuerzo de poesía” [1], JAM se anticipó a la conversación que vamos a tener hoy introduciendo la noción de acción lacaniana al interrogar el lazo del psicoanálisis y la sociedad. Lo que propuso en ese momento fue dilucidar, comprobar, qué puede –junto al acto analítico- tomar lugar como acción lacaniana; acción lacaniana, que al igual que el acto analítico, se mide por sus consecuencias en la sociedad.
Pero la aplicación del psicoanálisis solo es posible en sociedades con regímenes abiertos que no proscriben el psicoanálisis. Sabemos que las democracias de hoy, movidas por el empuje del discurso capitalista, producen segregación y exclusiones que afectan la práctica del psicoanálisis.
La campaña emprendida en Francia por JAM bajo la égida de L’Âne, por la defensa del psicoanálisis y contra el cognitivismo ha tenido resonancias en América. Cientos de colegas y personas conmovidas por la causa analítica han respondido a la campaña de adhesión a este movimiento promovida por las Escuelas Americanas y se han pronunciado contra la eliminación del psicoanálisis.
En algunos lugares más que otros, hoy asistimos a prácticas de regulación y control de todo orden, no solo de las disciplinas y profesiones sino también del ciudadano común. El “Affaire Mosley”, recientemente comentado por JAM en una entrevista periodística, nos lleva a reflexionar sobre la posición de la sociedad contemporánea. Constatamos que cada vez más se amplían las violaciones de lo privado e íntimo de las personas, desde lugares diferentes. En primera instancia están los medios de comunicación que hacen de lo privado un espectáculo, y se suponen legítimos jueces acerca de lo público y lo privado. Por lo demás hoy los individuos sueñan con los 15 minutos de fama y ello es explotado por los medios de manera no pocas veces obscena. Están los Estados igualmente, que bajo la idea de combatir el terrorismo y otros males contemporáneos, legitiman las irrupciones, incluso ilegales, que hacen a lo privado e íntimo de las personas. Están también los grupos de presión, políticos, económicos y otros, que a nombre de intereses diversos, violan lo íntimo y privado, y legitiman con razones diversas sus espionajes. Están los delincuentes (hackers, y otros) que irrumpen de maneras diversas, y chantajean a personas, grupos económicos, etc., con la información que saquean.
De otra parte hoy existe una amplia información digitalizada de las personas en bases de datos, la cual puede ser y es cruzada, información en general confidencial, que es usada hoy en diversas circunstancias para presionar a personas y/o para tomar decisiones, de manera arbitraria e improcedente. Así, la información académica, económica, de salud, laboral, etc., comienza a ser cruzada y ensamblada en forma abusiva por empleadores, gobernantes, delincuentes y otros para fines diversos.
Hay pues una tendencia creciente hacia el panóptico, y el psicoanálisis debería hacer conocer su posición al respecto y servir de orientador ante una perspectiva creciente y siniestra. Se trata finalmente de considerar cuál es la posibilidad que ofrece la época de preservar lo privado, lo confidencial, lo más íntimo de un sujeto.
La aplicación del psicoanálisis nos abre un amplio campo de posibilidades en un momento en que nos enfrentamos con un real en la transmisión del discurso psicoanalítico en la civilización. Como dijo Éric Laurent en su discurso de candidatura pasado, este real se manifiesta de diversas maneras, según las diversas Escuelas.
En la NEL tenemos el gran reto de la reconquista del Campo Freudiano en un vasto territorio americano. Por el momento no nos enfrentamos a una amenaza abierta y directa contra el psicoanálisis, así sea que las políticas cognitivistas estén instaladas de manera predominante en los servicios de salud mental y en las universidades. Pero estamos advertidos de que este peligro no nos es ajeno, en nuestras sociedades que también buscan el control del ciudadano de la mano del poder del mercado de consumo.
La poca regulación de la práctica permite innovar e implementar actividades y centros de atención con cierta libertad; es el momento clave en la NEL para hacer las cosas con rigor y buscar el reconocimiento institucional y social. Es una oportunidad única.
Sabemos que todas las democracias no son iguales, y en la NEL no podemos dejar de considerar las insuficiencias y contradicciones de nuestras democracias para resolver los problemas de la pobreza y los conflictos sociales consecuentes principalmente. En muchos casos nuestros problemas parten de la falta de recursos para la atención de la salud mental y del poco respeto de los derechos esenciales de la persona con enfermedad mental, de la que no se piensa que pueda ser un sujeto de pleno derecho, responsable de su ejercicio. En otros muchos casos, la violencia de la mano de la injusticia produce marginalidad y desinserción en la vida social. En situaciones como éstas cobra más fuerza lo que JAM dijo en su curso mencionado antes, que “el psicoanalista se ocupa de lo que no es útil en la vida cotidiana activa, se ocupa de lo que hace figura de desecho en la vida pragmática y en la vida social”[2].
La acción lacaniana renueva las posibilidades de inserción del psicoanálisis en la ciudad. Tener consecuencias en la sociedad es la medida de su eficacia. Todos los lugares se hacen posibles y los psicoanalistas en la NEL debemos buscar las condiciones –hay que inventarlas muchas veces – para ir de este orden o caos político generalizado, que intenta controlar todo, al establecimiento del lazo social, que se orienta por el discurso analítico y se basa en la regulación del goce. Y es que solo porque existe el goce, que el psicoanálisis tiene un lugar y el psicoanalista una oportunidad.
María Hortensia Cárdenas
Asamblea General de la AMP
Buenos Aires, abril de 2008
[1] Lección del 5 de marzo de 2003 de L'orientation lacanienne III, 5, Un effort de poésie
.[2] Lección del 12 de marzo de 2003, op. cit.


29 de julho de 2008

From Daily Telegraph, 12 July [AMP-UQBAR]



Freudians having bad dreams about the end of the couch
Sessions of Freudian analysis will be illegal under regulations being introduced by the Government, therapists have warned.

By Jasper Copping

"Talking therapies" such as counselling and psycho-analysis will be subject to a tough regulatory regime which will dictate how appointments must be run, and will require therapists to prove how they are tackling their patients' symptoms.
However, psychoanalysts believe the open-ended, exploratory nature of their consultations means they will not be able to operate legally and will in effect be outlawed.
Psychoanalysis, which was pioneered by Sigmund Freud, involves practitioners helping patients to explore their subconscious minds, rather than the treatment of specific symptoms.
Darian Leader, president of the College of Psychoanalysts and a member of the Centre for Freudian Analysis and Research, said: "The new system may be OK for people like cognitive therapists, who concentrate on trying to get rid of things like depression or eating disorders in a certain number of sessions, but psychoanalysis does not have such set outcomes.
"Our approach is that we don't know where we are going to go, or how long it will take, we just have to see what emerges. It is an exploration of one's history that, unlike things like cognitive therapy, doesn't aim at the removal of one's symptoms."
Under the new rules, which are due to be introduced next year and to take effect from 2011, psychoanalysts will be regulated by the Health Professions Council (HPC), which already oversees groups such as physiotherapists, radiographers, speech therapists and paramedics. There will be more than 450 guidelines which psychoanalysts will have to operate within.
Analysts say the new rules seek to govern the profession as if it were a course of drugs or physiotherapy. Mr Leader added: "For a traditional Freudian analyst, these rules will be unworkable. If they are accepted, it will no longer be possible for analysts to work in this country."
Therapists will not be able to "opt out" of the system. Those who fail to comply with the guidelines face the prospect of legal action.
There are at least 5,000 psychoanalysts in Britain. Most of their work is private practice, but some treat patients from the NHS.
Opponents of the regulation plans have submitted a petition to Downing Street. In response, Number 10 said: "Statutory regulation exists to protect the public from poorly performing practitioners."

JAM-Comunicado Julio 24 de 2008 (Fr./In./Esp.)





Communiqué


Voici la première page de LNA 9. Le numéro sera envoyé le 31 juillet aux médias et aux ministères; il sera adressé fin août aux abonnés, ainsi qu’aux listings ECF et Uforca; au mois de septembre, il sera diffusé en librairie par Le Seuil.Sa parution est annoncée dans “Le Point” d’aujourd’hui, p. 52.

Certains textes sont d’ores et déjà accessibles sur le nouveau site du Nouvel Äne, www.lnaglobal.org


Jacques-Alain Milller Ce 24 juillet 2008
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Comunicado
Esta es la primera página de LNA 9. El número será enviado el 31 de julio a los medios y a los ministerios, se remitirá a fines de agosto a los abonados, así como a los listings ECF y Uborc: en el mes de septiembre será difundido en las librerías por Le Seuil.
Su aparición se anuncia en "Le Point" de hoy, p. 52.Algunos textos están desde ahora accesibles en el nuevo site del Nouvel Äne,
http://www.lnaglobal.org/
Jacques-Alain Milller
24 de julio 2008
Traduccion: Silvia Baudini
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TO THE READER, by Jacques-Alain Miller
From Le Nouvel Âne, Issue 9

This issue of Le Nouvel Âne wouldn’t have been designed, written and put together in the heart of summer if I hadn’t received, at the end of June, the leaked text of a ministerial draft order which, in favour of the bill on the title of psychotherapist, was programming the beginning of the end of psychoanalysis.
You think I’m crying wolf when there’s no wolf to be seen? That I’m tilting at windmills? Let me tell you that all over Europe the fanatical administrations that run us as ‘populations’ and inspire those that govern us are relentlessly tormented by a determined desire to do away with psychoanalysis. In the United Kingdom, the government is preparing to regulate ‘talking therapies’ to the point that on 12 July, the Daily Telegraph announced that psychoanalysis is to be ‘outlawed’ as of 2011 (this article is included below). Pressed to intervene, 10 Downing Street issued a response: ‘Statutory regulation exists to protect the public from poorly performing practitioners,’ it said.
Let’s stay calm: the worst hasn’t yet come to pass. But no one can ignore any longer the totalitarian dream that a number of European bureaucrats harbour, a dream that goes as far as regulating private conversation between two adults at the home of one or the other. Suppressing psychoanalysis in one fell swoop, through law and regulation, making its practice illegal, delinquent, and prosecutable: all of this had therefore been thought through, willed, and prepared in Spring 2008 in our dear England.

Albion in the grip of profligacy
In the French imagination, Albion is perfidious, that’s agreed. But it’s also the country of common sense and decency, albeit with an upper storey to let. It’s the principle of Orwell’s ethics: they don’t believe in ideas – and scarcely in beliefs – which are kept at home, in private; the spirit is positive, pragmatic, they swear only by facts, leaving ideology to the continentals, especially to the Frogs who are always ready to get stirred up over the doubtful daydreams of the Germans; and so on. This cliché is old hat now.
In the grip of profligacy, doped up on electronics, intoxicated like its sisters on the continent by its new power, Her Majesty’s bureaucracy is taking to an unbridled constructivism, installing the most widespread society of surveillance any Western democracy has ever seen, and it means to change homo britannicus to the core, remodelling his everyday emotional and mental life.
This is coming to fruition, and not by chance, under the reign of Labour, the party that has become the political expression of the top civil servants, like the Socialist Party in France: cameras anywhere and everywhere, evaluation of anything and everything, programmed happiness, faith that the best is calculable, all of this is nothing but the contemporary and degenerate form of the good old totalitarianism of yesteryear, under a capitalist regime. The English are doubtless a reasonable people, but when they get intoxicated, they get more intoxicated than the rest. The intelligentsia, which has never had the weight on the island that it has in France – there’s no ‘writer’s sacrosanct’ (Paul Bénichou) – is apathetically watching the liquidation of its traditional ways without budging, and letting the sorcerer’s apprentices of the London School of Economics do as they please. The likes of Peter Laslett will rise again tomorrow to tell us about The World We Have Lost.
The British have the docility of islanders when it comes to autochthonous power: think of Japan’s extraordinary top to bottom mutation during the Meiji era: with his accession at the age of fifteen, Mutsuhito declared that, ‘the ways of former times have been abolished forever’, and, notwithstanding opposition from the samurais, Amen, his will was done. It won’t be the same in the United Kingdom however: in the long term the intrinsic madness of the projects of our new doctrinaires will consign these authoritarian utopias to the dustbin of history. You can read Willem H. Buiter’s enlightening article in this issue on the dangers of ‘neo-paternalism’.

From Italy to France
Since Freud, and in conformity with his long-lasting wish, psychoanalysts have never sought to have their skills recognised and regulated by State apparatuses; they created their own institutions and authorisations, both national and international (the IPA in 1910; the WAP in 1992). Throughout the twentieth century, the practice of psychoanalysis, then the practice of the psychotherapies that derive their inspiration from it, have spread on a major scale, to the point of penetrating all the large population masses in developed societies. Since the end of the last century, the European countries have been under instruction to define the profession of psychotherapy to meet the requirements of freedom of establishment in the Union.
In Italy, the law was voted on the initiative of senator Ossicini, himself a psychologist and psychoanalyst, and member of the SPI (Italian Psychoanalytic Society). Fifteen years down the line, one can observe that each of the currents and undercurrents of the discipline can enable the capacitation of an Institute or Institutes of training in psychotherapy, in conformity with its own designs, while fitting into a framework fixed by the State. An independent commission freely grants the capacitations; there exist some three hundred such Institutes, in healthy competition with each another.
In France, the question was to remain dormant until 2003 when Bernard Accoyer, then vice-president of the UMP party, took the initiative of a law claiming to define the psychotherapies. This law was unanimously voted in by the National Assembly. The daily newspaper Libération devoted its front page to it and also published my frontal opposition to the text of the bill, a text voted after its first reading, along with my intention to undertake a campaign in the public eye.
This campaign, which saw the creation of Le Nouvel Âne and the ‘Forums of the Shrinks’, which benefited from the support of numerous intellectuals and artists, including Bernard-Henri Lévy and Philippe Sollers, was greeted with a resounding echo in the media; it persuaded Jacques Chirac’s entourage to intervene; Accoyer announced on 3 December of that same year that he was abandoning his claim to define psychotherapies by law, and himself asked the Senate to modify his amendment.
In fact, the law that was finally voted bore only on the title of psychotherapist. But it also stipulated that on the list of psychotherapists, the following would be included by law: doctors, psychologists, and psychoanalysts regularly listed in their associations’ directories.

From decree to draft order
It remained to draft the implementing decree. A path fraught with pitfalls, now that the text of the law was not limpid and contradictory interests were being mobilised around the question. Philippe Douste-Blazy, the new Minister for Health, wanted to meet me; he would abstain from having a decree drafted. His successor, Xavier Bertrand, also wanted to meet me, and invited me to work with the director of his cabinet, Mr Castex, on the drafting of a decree that would be acceptable to the professions concerned. This was done, but the text was rejected at the Council of State during the last days of the Villepin government.
Under pressure from Accoyer, who had become President of the National Assembly, the director of Mrs Bachelot’s advisors put the decree back on the drawing board. The drafted text, albeit a step backwards with regard to the Bertrand project, constituted an acceptable compromise.
Now, with the Council of State getting ready to approve the decree in July, along came the draft ‘conditions of contract’ order, on Sunday 29 June, which is set to follow immediately the vote on the decree. Utter stupefaction. You can read the text of this order in this issue [English translation to follow], along with the commentaries that it has inspired from the most distinguished professors in Psychiatry and Psychopathology.

The debate erupts
Once averted, the editorial committee of the weekly news magazine Le Point offered me a forum for debate straight away. ‘Death to the Shrinks?’ was published on 3 July. On Monday 7th, Le Figaro, under the signature of Catherine Petitnicolas, echoed the unfavourable reactions of the shrinks: ‘Shrinks Take Fierce Stand Against Decree Project’. The next day, Le Monde wrote ‘Shrinks Condemn Inauguration of State Psychotherapy’ and ‘the debate over the decree regulating the status of psychotherapy is erupting again’ (Cécile Pieur). On the 10th, Accoyer, who signs off as ‘President of the National Assembly’ replied to me in Le Point: ‘Who wants the death of the shrinks? Certainly not the legislator! Claiming neither to provide the framework for psychological care, nor to put psychoanalysis into question in any way whatsoever, the legislator wanted the bill of 9 August 2004 to protect people by filling in the legal loophole by which anyone and everyone can declare themselves a psychotherapist, without any guarantee of training or competence.’ There you can recognise an argument from four years ago. About the draft order, he didn’t breathe a word.
At the same time, Mrs Bachelot’s head advisor, Mr Leclerc, assured me by phone that it was a ‘chief clerk’ at the Ministry of Higher Education that had penned the project, and he would be refusing to add the Ministry of Health’s signature. He added that, according to his sources, Mrs Pécresse’s advisors are not favourable to this project as it stands. On their immediate request, I agreed to meet the Director General for Health, Professor Didier Houssin, and Mrs Elvire Aronica, one of the advisors, on 8 July, and I presented my way of thinking, handing them a seven-point ‘Note’. The Vice-Director of the DGS [Direction générale de la Santé] called me on 9 July, so that she could inform me of the complexities of inter-ministerial work.
The following day, I found out the name of the project’s author: Professor Lécuyer, the well-known cognitive psychologist (to whom the previous issue of Le Nouvel Âne devoted two pages, 44-5), a specialist in eye movement in babies; before retiring in September, he wanted to accomplish one last crime, by trying to kill off clinical psychology and psychoanalysis once and for all.
The preparation of the summer LNA was launched. Texts were to be submitted before Sunday 13 July.

No other way than via the President?
Accoyer wanted a law. He’s got one – even if it’s not exactly what he wanted at the start. He wants the decree. It’s well on the way. But the draft order? The Lécuyer project? Is he for that, this man so mindful of the safety of his fellow citizens? Let him read the texts collected in this dossier, and he will see the risks that this text is incurring for public healthcare just to satisfy a camarilla’s condemnation. Will he cast aside the objections of Professor Briole from the Val-de-Grâce Hospital? Will he cast aside the objections of Professors Abelhauser, Castanet, Gori and Maleval? That would be very disappointing. Very disappointing indeed for the idea we have of our national representatives. Yes, there will have to be an order, but not this one: an authentically liberal text, respectful of the liberties of civil society, the realities of psychoanalysis and psychotherapy, and above all, patients’ interests.
I won’t hide from the LNA reader that I have alerted the advisors to the President of the Republic. Having agreed to take part in the first of those ‘intellectual lunches’ with the President that are proving so controversial today, I’ve kept a contact on the inside. And above all, lest we forget, there is une analysante at the Élysée Palace. We are living under a President whose power is very far-reaching. Our Constitution wants that. Really, will everything have to go via Nicolas Sarkozy? And as for his role in this affair, will he be up to that prince who appears on the stage in the last act of Tartuffe, ‘enemy of fraud […] that all the art of impostors cannot deceive’?
In the 12 July issue of Elle magazine, Carla Bruni quotes ‘a magnificent sentence’ from Jacques Lacan: ‘Love happens by chance’. Ah! How cunning one must be to recognise a profound structural truth in such a simple comment. Yes, love is unthinkable without the contingency of encounters. And it may well be that, by chance, psychoanalysis, which has had so many bad encounters, has had a good one this time.
14 July 2008

Translated from the French by Adrian Price
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LNA n°9
Este número de LNA no hubiera sido concebido, redactado, editado en el corazón del verano, si yo no hubiera recibido, a fines de junio, el texto “fuga de información” de un proyecto de decreto ministerial que, a favor del decreto de aplicación de la ley sobre el título de psicoterapeuta, programaba de hecho el comienzo del fin del psicoanálisis.
¿Ustedes creen que yo grito que viene el lobo cuando el lobo no está allí? ¿Que lucho contra molinos de viento? Sepan que las administraciones exaltadas que, en toda Europa, nos administran en tanto que “poblaciones” e inspiran a nuestros gobiernos, no cesan de ser perforadas por el deseo decidido de terminar con el psicoanálisis. En el Reino Unido, el gobierno se prepararía para regular las “terapias por la palabra” de tal modo que el Daily Telegraph del 12 de julio anuncia desde ahora que el psicoanálisis será puesto fuera de la ley, “outlawed”, a partir de 2011 (esta entrevista es retomada en este número, p. 4). El 10 Downing Street, al que se le solicitó intervenir, dio a conocer su respuesta: “Las directivas reglamentarias tienen como función proteger al público de los practicantes mediocres”.
Seamos zen: lo peor no llegó aún. Pero nadie puede ya ignorar el sueño totalitario que anima a numerosos burócratas europeos, y que llega al punto de regular la conversación privada de dos adultos en el domicilio de uno de ellos. Suprimir el psicoanálisis de un plumazo, por la ley y el reglamento, volver ilegal su ejercicio, delictivo, pasible de los tribunales; esto se habrá pensado, querido, preparado, en la primavera de 2008, en nuestra querida Inglaterra.

Albion atrapada por el libertinaje
En el imaginario francés, Albion es pérfida, por supuesto, pero es también el país, de baja estatura, del common sense y de la decency, principio de la ética de Orwell: no se cree allí en las ideas. y apenas en las creencias – se las guarda at home, en la esfera privada; el espíritu es positivo, pragmático, no se jura más que por los hechos, abandonando la ideología a los continentales, especialmente a los Frogs (las ranas, los franceses), siempre listos para entusiasmarse con las dudosas ensoñaciones de los alemanes, etc. El cliché está de ahora en mas en desuso

Atrapada por el libertinaje, dopada por la electrónica, embriagada como sus hermanas del continente por su potencia nueva, la burocracia de Su Majestad se entrega a un constructivismo desenfrenado, instala la sociedad de vigilancia más extendida de las democracias occidentales, y entiende que cambia el homo britannicus en lo que tiene de más profundo, remodelando su vida cotidiana, emocional, psíquica. Esto se expande, y no es por azar, bajo el reino del Laborismo, vuelto la expresión política de la clase de los altos funcionarios, como el PS en Francia: cámaras en todas partes, la evaluación a más no poder, la felicidad programada, la fe en el cálculo de lo mejor, todo esto no es nada más que la forma contemporánea y degenerada, bajo el régimen capitalista, del buen viejo totalitarismo de antaño. Los ingleses son un pueblo razonable sin duda, pero cuando se embriagan, son los más ebrios de todos. Apática, la intelligentsia, que nunca tuvo en la isla el peso que tiene en Francia, aquí ningún “escritor consagrado” (Paud Benichou), asiste sin reaccionar a la liquidación de las maneras de ser tradicionales y deja hacer a los aprendices de brujos de la London School of Economics. Un Meter Laslett se levantará mañana para contárnoslo. Este mundo que nosotros hemos perdido.
Los británicos tienen la docilidad de los insulares con respecto al poder autóctono: piensen en la extraordinaria mutación del Japón en la era Meiji, bajo el modo top-bottom: en su advenimiento a la edad de 15 años, Mutsu-Hito declara que “los usos de los tiempos antiguos son abolidos para siempre” y, a pesar de la oposición de los samurai, Amen, su voluntad fue hecha. Sin embargo, no ocurrirá lo mismo en el Reino Unido: la locura intrínseca de los proyectos de nuestros nuevos doctrinarios condena finalmente estas utopías autoritarias a los basureros de la historia. Leeremos con provecho en este número el artículo de Willem H. Buiter sobre los peligros del “neo - paternalismo”.
Un poco de Italia en Francia

Después de Freud, y conforme a su anhelo constante, los psicoanalistas no trataron jamás de hacer reconocer y regular sus competencias por los aparatos del Estado; crearon sus propias instituciones, y habilitaciones, nacionales e internacionales (IPA en 1910; AMP en 1992) A todo lo largo del siglo 20, la práctica del psicoanálisis, luego la de las psicoterapias que se inspiran en él, se expandió a gran escala, hasta alcanzar en las sociedades desarrolladas a las grandes masas de población. Luego del fin del último siglo, los países europeos se ocuparon de definir la profesión de psicoterapeuta, con el fin de satisfacer a las exigencias de libre establecimientos en la Unión.
En Italia, la ley fue votada por la iniciativa del senador Ossicini, él mismo psicólogo y psicoanalista, miembro de la SPI (Sociedad psicoanalítica Italiana). Constatamos, 16 años más tarde, que cada una de las corrientes y sub corrientes de la disciplina tiene la posibilidad de hacer habilitar uno o varios institutos de formación en psicoterapia, conforme a sus concepciones, siempre que se inscriban en un marco de conjunto fijado por el Estado. Una comisión independiente delibera liberalmente las habilitaciones; existen alrededor de 300 institutos, en sana competencia unos con otros.

En Francia, la cuestión permaneció dormida hasta el 2003, cuando M. Bernard Accoyer, entonces vicepresidente del grupo UMP, tomó la iniciativa de una ley que pretendía definir las psicoterapias. Esta ley fue votada por unanimidad por la Asamblea nacional. Liberación le consagró la primera plana; el diario hizo conocer igualmente mi oposición frontal al texto votado en la primera lectura, y mi intención de hacer una campaña en la opinión pública.
Esta campaña, que vio la creación del Nouvel Âne y la de los Forums psi, y que contó con el apoyo de numerosos intelectuales y artistas, entre ellos Bernard Henri Lévy y Philippe Sollers, cosechó un vasto eco mediático; hizo que el entorno de Jacques Chirac se decida a intervenir; M. Accoyer anunció el 3 de diciembre del mismo año que abandonaría su pretensión de definir las psicoterapias por la ley, y pidió él mismo al Senado que modifique su enmienda.
De hecho, la ley finalmente votada se refería solamente al título de psicoterapeuta.
Además, estipulaba quienes estaban inscriptos de derecho en la lista de psicoterapeutas: los médicos, los psicólogos, y los psicoanalistas regularmente inscriptos en el anuario de sus asociaciones.

Del decreto al reglamento definitivo

Quedaba por redactar el decreto de aplicación. Camino sembrado de emboscadas, desde el momento en que el texto de la ley no era límpido, y que movilizaba intereses contradictorios en torno a la cuestión. Philippe Douste-Blazy, nuevo ministro de Salud, quiso encontrarse conmigo; se abstuvo de hacer redactar un decreto. Su sucesor, Xavier Bertrand, quiso igualmente encontrarse conmigo, y me invitó a trabajar con su director de gabinete, El Sr. Castex, en la redacción de un decreto aceptable para los profesionales concernidos. Lo que fue hecho, pero el texto fue retocado en el Consejo de estado, en los últimos días del gobierno Villepin. Bajo la presión del Sr. Accoyer, que se había convertido en Presidente de la Asamblea nacional, el director del gabinete de la Sra. Bachelot continúo mejorando el decreto. El texto redactado, si bien dice menos que el proyecto Bertrand, constituía un compromiso pasable.
Sin embargo, en el momento en que el Consejo de Estado se prepara para aprobar el decreto durante julio, me llega, el domingo 29 de julio, el proyecto de reglamento definitivo sobre el “documento técnico” al que debe seguir inmediatamente el voto de este decreto. Estupefacción. Ustedes leerán el texto en este número, y los comentarios que inspiró en seguida a los profesores de psiquiatría y de psicopatología más distinguidos

La polémica se calienta

Alertada, la redacción de Le Point me ofrece inmediatamente una tribuna, « ¿Muerte a los psi ?”, publicada el 3 de julio. Lunes 7, Le Figaro, con la firma de Catherine Petitnicolas, se hace eco de las reacciones del medio psi, todas desfavorables: “los psi con el viento de frente contra un proyecto de decreto”. Le Monde escribe el día siguiente que “los psi denuncian la instauración de una “psicoterapia de estado” y que “la polémica sobre el decreto reglamentando el estatuto de psicoterapeuta se calienta nuevamente”. (Cécile Prieur). El 10, M. Accoyer que firma « Presidente de la Asamblea nacional », me responde en Le Point : « ¿Quien quiere la muerte de los psi ? »!Ciertamente no el legislador! No pretendiendo ni enmarcar el tratamiento psicológico, ni poner en cuestión, de ningún modo, el psicoanálisis, el legislador deseó con esta ley del 9 de agosto de 2004 proteger a las personas, llenando un vacío jurídico por el cual cualquiera puede autoproclamarse psicoterapeuta, sin ninguna garantía de formación ni de competencia.” Habrán podido reconocer un argumento de venta de hace cuatro años. Del proyecto de reglamento definitivo no dijo ni una palabra.
Al mismo tiempo, el director de gabinete de la Sra. Bachelot, el Sr. Leclerc, me asegura por teléfono que es un « jefe de despacho » en el ministerio de Educación superior quien sostuvo la pluma, y que él mismo rechazará la firma de Salud. Agregó que, según sus informaciones, el gabinete de la Sra. Pécresse no es favorable a este proyecto en el estado. Acepté, ante su imperiosa demanda el 8 de julio encontrarme con el Director general de salud, el Prof. Didier Houssin, y la Sra Elvira Aronica, miembro del gabinete, a quienes les expuse mi manera de pensar, dándoles una « Nota » con 7 puntos. El 9 de julio, la directora adjunta de la DGS me llamó para informarme de la complejidad del trabajo interministerial.

El día siguiente, supe el nombre del autor del proyecto; el Prof. Lécuyer, el psicólogo cognitivista bien conocido (al cual el número anterior de LNA le había consagrado dos páginas, 44 y 45) especialista de los movimientos del ojo en el bebé; antes de jubilarse en septiembre próximo, quiso cumplir un último crimen y tratar de matar de una buena vez a la psicología clínica y al psicoanálisis.

Ya se lanzó la preparación de LNA del verano. Los textos están pedidos para el domingo 13 de julio.
¿No hay otra camino más que el Presidente?

M Accoyer quiso una ley, la tiene – incluso si no es exactamente aquella que había deseado inicialmente. Quiere el decreto, es una buena vía. ¿Pero el proyecto de reglamento definitivo? ¿El proyecto Lécuyer ? ¿Está a favor, él tan preocupado por la seguridad de sus ciudadanos? Que lea los textos reunidos en este dossier, y vera los riesgos que ese texto hace correr a la salud pública para satisfacer la venganza de una camarilla. ¿Va a considerar como si fueran nada las objeciones del Prof. Briote, de Val de Grace? ¿a las de los Prof. Abelhauser, Castanet, Gori, Maleval ? Sería muy decepcionante, sí, muy decepcionante para la idea que tenemos de la representación nacional. Si, será necesario un reglamento definitivo, pero no ése: un texto auténticamente liberal, respetuoso de las libertades de la sociedad civil, de las realidades del psicoanálisis y de la psicoterapia, y sobre todo del interés de los pacientes.
No voy a ocultarle al lector de LNA que he alertado al gabinete del Presidente de la República. Habiendo aceptado participar en el primero de esos “almuerzos de intelectuales” con el Presidente que hoy están controvertidos, conservé un contacto en el lugar. Y sobre todo, hay, a no olvidarlo, una analizante en el Elyseo. Vivimos con un Presidente con un poder muy amplio, nuestra constitución así lo quiere.¿Será necesario que, decididamente, todo pase por Nicolas Sarkozy ? ¿Y él, sabrá igualar en este asunto a ese príncipe « enemigo del fraude”(…) y al que no puede engañar todo el arte de los impostores » cuya figura surge en el último acto de Tartuffo ? ¿o bien dejará hacer a los burócratas?
Carla Bruni, en el número de Elle del 12 de julio, cita « una frase magnífica » de Jacques Lacan: “El amor, es por azar ». Ah! Hay que ser sagaz para reconocer en una frase tan simple una profunda verdad de estructura. Sí, el amor es impensable sin la contingencia de los encuentros. Y podría ocurrir que por azar, el psicoanálisis, que ha tenido tantos malos encuentros, tenga esta vez uno bueno.

14 de julio de 2008

Traducción: Silvia Baudini

27 de julho de 2008

Position de la majorité des organisations représentatives des psychiatres


Communiqué :
Position de la majorité des organisations représentatives des psychiatres,
sur les projets de textes concernant l’usage du titre de psychothérapeute

Les psychiatres soussignés, représentant des syndicats, des associations ainsi que différentes instances concernées par la formation et la qualification dans leur discipline, souhaitent exprimer et justifier leur désaccord avec le projet « d’arrêté relatif au cahier des charges de la formation conduisant au titre de psychothérapeute ».
Leurs critiques portent sur les points suivants :

• La formation pratique - cinq mois de stage - est dérisoire, non seulement du fait de sa brièveté, mais également de l’absence de toute indication sur ses modalités pédagogiques : encadrement, supervisions, contrôles, prises de responsabilités…
L’indigence d’une telle formation pratique, au regard de la préparation clinique des futurs psychiatres (prévoyant huit semestres de stage en situation de responsabilité diagnostique et thérapeutique) est en contradiction avec l’esprit initial de la loi visant à interdire l’exercice de la psychothérapie à des personnes incompétentes et par là potentiellement dangereuses.
• Le « catalogue » des connaissances théoriques, déroulées en 400 heures par le projet d’arrêté, soucieux de respecter les apparences de l’exhaustivité et de la diversité des concepts, ne saurait faire illusion. Le législateur serait mal inspiré de réduire les sciences de l’esprit et les courants de pensée qui traversent la psychopathologie à un tel bric à brac.
Il tromperait le public en laissant croire que l’usager informé par son « psychothérapeute » serait en mesure d’y faire un quelconque choix.
Les réalités du lien psychothérapique sont d’une toute autre complexité, que ce projet ignore totalement.
• La récupération sur le plan réglementaire de l’usage du titre de psychothérapeute à des fins de planification économique du soin psychique n’apparaît plus comme un risque, mais comme un projet délibéré.
Le « psychothérapeute » s’y inscrit comme le maillon d’un système de sous-traitance « low cost » de toute souffrance psychique. Dans un tel système, le psychiatre se verrait réserver le rôle d’expert, prescrivant au besoin des psychothérapies dont il n’aurait pas lui-même la pratique.

Les médecins signataires, spécialistes en psychiatrie, s’opposent fermement à l’idée de création d’un corps de psychothérapeutes dont la formation pratique serait purement symbolique, et les connaissances théoriques en matière de psychothérapie, du niveau d’une simple information.
Tout au long des multiples concertations qui ont pu avoir lieu à ce sujet, les mêmes psychiatres ont toujours soutenu la même position, à savoir que l’acte psychothérapique est indissociable d’une formation clinique et de connaissances théoriques approfondies de plusieurs années.
Ils ne voient pas en quoi le public pourrait « bénéficier » d’une déqualification de fait des psychothérapies assurées par les professionnels du soin psychique actuellement reconnus et formés en conséquence.
Il en résulterait alors qu’une loi prévue au départ pour réduire les risques d’exposition du public à l’action de « psychothérapeutes » non formés, aurait au contraire l’effet pervers d’instituer toutes les conditions trompeuses d’une formation insuffisante pour offrir une garantie de santé publique décente.
Professeur Michel PATRIS
Président de la Commission de Qualification en Psychiatrie du Conseil National de l’Ordre des Médecins
Docteur Piernick CRESSARD
Membre du Conseil National de l’Ordre des Médecins - Ancien Président de la Section Ethique et Déontologie
Docteur Olivier LEHEMBRE
Président de la Fédération Française de Psychiatrie
Docteur Michel BOTBOL
Président de l’Association des sociétés françaises membres de l’Association mondiale de psychiatrie
Docteur Olivier BOITARD
Président du Comité d’Action Syndical de la Psychiatrie
Professeur Thierry BOUGEROL
Président du Syndicat Universitaire de Psychiatrie
Professeur Jean-François ALLILAIRE
Pour le Collège National Universitaire de Psychiatrie
Docteur Pierre FARAGGI
Président du Syndicat des Psychiatres des Hôpitaux
Docteur Nicole GARRET-GLOANEC
Présidente de la Société de l’Information Psychiatrique
Docteur Roger SALBREUX
Président du Syndicat des Médecins Psychiatres des Organismes Publics, Semi-publics et Privés
Docteur Olivier SCHMITT
Président du Syndicat National des Psychiatres Privés et de l’Association Française des Psychiatres d’Exercice Privé
Docteur Jean-Jacques LABOUTIERE
Président d’honneur de l’Association Française des Psychiatres d’Exercice Privé
Professeur Bernard GIBELLO
Président de l’Association Française de Psychiatrie
Docteur Jean-Pierre CAPITAIN
Président du Syndicat des Psychiatres Français
Docteur François KAMMERER
Vice-président d de l’Association Française de Psychiatrie - Vice-président du Syndicat des Psychiatres Français
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ITALIANO
Comunicato:

Posizione della maggioranza delle organizzazioni rappresentative degli psichiatri
sui progetti di testi concernenti l’uso del titolo di psicoterapeuta
Gli psichiatri firmatari, che rappresentano i sindacati, le associazioni come pure diverse istanze coinvolte nella formazione e nella qualifica nella propria disciplina, desiderano esprimere e giustificare il loro disaccordo nei confronti del progetto «d’ordinanza relativo al capitolato d’oneri della formazione che porta al titolo di psicoterapeuta ».
Le loro critiche vertono sui seguenti punti:
• La formazione pratica – cinque mesi di stage – è derisoria, non solo per la sua brevità, ma anche per l’assenza di qualsiasi indicazione circa le sue modalità pedagogiche: inquadramento, supervisione, controlli, prese di responsabilità…
L’indigenza di una simile formazione pratica, rispetto alla preparazione clinica dei futuri psichiatri (che prevede otto semestri di stage in situazione di responsabilità diagnostica e terapeutica) è in contraddizione con l’idea iniziale della legge mirante a proibire l’esercizio della psicoterapia a persone incompetenti e, per questo, potenzialmente pericolose.
• Il « catalogo » delle conoscenze teoriche, sviluppate in 400 ore dal progetto d’ordinanza, preoccupato di rispettare le apparenze della completezza e della diversità dei concetti, non illude nessuno. Il legislatore sarebbe ispirato male se riducesse le scienze della mente e le correnti di pensiero che attraversano la psicopatologia a un simile ciarpame.
Ingannerebbe il pubblico facendo credere che l’utente informato dal proprio « psicoterapeuta » sarebbe in grado di una qualsiasi scelta.
Le realtà del legame psicoterapico sono di tutt’altra complessità, che tale progetto ignora completamente.
• Il recupero, sul piano regolamentare, dell’uso del titolo di psicoterapeuta a dei fini di pianificazione economica della cura psichica non appare più come un rischio, ma come un progetto deliberato.
Lo « psicoterapeuta » vi si iscrive come la maglia di un sistema di trattamento « low cost » di ogni sofferenza psichica. In un tale sistema, allo psichiatra sarebbe riservato il ruolo di esperto, che prescrive al bisogno della psicoterapie di cui non avrebbe lui stesso la pratica.

I medici firmatari, specialisti in psichiatria, si oppongono fermamente all’idea di creare un corpo di psicoterapeuti la cui formazione pratica sarebbe puramente simbolica e le cui conoscenze teoriche in materia di psicoterapia sarebbero a livello della semplice informazione.
Nel corso delle diverse concertazioni che hanno avuto luogo a questo riguardo, gli stessi psichiatri hanno sempre sostenuto la stessa posizione, ovvero che l’atto psicoterapico è indissociabile da una formazione clinica e da conoscenze teoriche approfondite di diversi anni.
Non vedono in che modo il pubblico potrebbe « beneficiare» di una dequalifica di fatto delle psicoterapie assicurate dai professionisti della cura psichica attualmente riconosciuti e formati di conseguenza.
Ne risulterebbe, allora, che una legge prevista all’inizio per ridurre i rischi di esposizione del pubblico all’azione di « psicoterapeuti » non formati, avrebbe al contrario l’effetto perverso di istituire tutte le condizioni ingannevoli di una formazione insufficiente per offrire una garanzia di salute pubblica decente.
Professor Michel PATRIS
Presidente della Commissione di Qualifica in Psichiatria del Consiglio Nazionale dell’Ordine dei Medici
Dottor Piernick CRESSARD
Membro del Consiglio Nazionale dell’Ordine dei Medici – Ex Presidente della Sezione Etica e Deontologia
Dottor Olivier LEHEMBRE
Presidente della Federazione Francese di Psichiatria
Dottor Michel BOTBOL
Presidente dell’Associazione delle società francesi membri dell’Associazione mondiale di psichiatria
Dottor Olivier BOITARD
Presidente del Comitato d’Azione Sindacale della Psichiatria
Professor Thierry BOUGEROL
Presidente del Sindacato Universitario di Psichiatria
Professor Jean-François ALLILAIRE
Per il Collegio Nazionale Universitario di Psichiatria
Dottor Pierre FARAGGI
Presidente del Sindacato degli Psichiatri degli Ospedali
Dottor Nicole GARRET-GLOANEC
Presidente della Società dell’Informazione Psichiatrica
Dottor Roger SALBREUX
Presidente del Sindacato dei Medici Psichiatrici degli Organismi Pubblici, Semi-pubblici e Privati
Dottor Olivier SCHMITT
Presidente del Sindacato Nazionale degli Psichiatri Privati e dell’Associazione Francese degli Psichiatri che esercitano privatamente
Dottor Jean-Jacques LABOUTIERE
Presidente d’onore dell’Associazione Francese degli Psichiatri che esercitano privatamente
Professor Bernard GIBELLO
Presidente dell’Associazione Francese di Psichiatria
Dottor Jean-Pierre CAPITAIN
Presidente del Sindacato degli Psichiatri Francesi
Dottor François KAMMERER
Vice-presidente dell’Associazione Francese di Psichiatri - Vice-presidente del Sindacato degli Psichiatri francesi

Traduzione: Adele Succetti

25 de julho de 2008



INCONSCIENTE Y SÍNTOMA

XVII Jornadas Anuales de la EOL

29 y 30 de Noviembre de 2008
Marriott Plaza Hotel

Contaremos con la presencia de Eric Laurent







Boletín Nº 2


En este segundo boletín publicamos dos contribuciones acerca del tema de las jornadas:
Carmen González Táboas, sobre el trasfondo de dos concepciones del Inconsciente, traza en un par de logradas pinceladas un doble arco desde los síntomas freudianos al síntoma en Lacan, y desde la multiplicidad de síntomas hasta un nuevo estado del síntoma como producto de la experiencia analítica, de cuya eficacia política – son los términos de Carmen - el hablanteser debe hacerse responsable pues implica el orden de las consecuencias sociales y públicas.
Graciela Chester considera a las neurociencias y a la psicología cognitiva como herederas de Galileo en el surgimiento mismo del sujeto de la ciencia, situando con precisión lo que François Regnault denomina el desfalco del sujeto. Frente a un saber sobre lo real de la ciencia desprendido de la verdad de un sujeto, Graciela apela a la ineludible responsabilidad del psicoanálisis en nuestra civilización contemporánea.


Viviana Fruchtnich
Comisión Organizadora



LA EXPERIENCIA ANALÍTICA , DE UNO A OTRO ESTADO DEL SÍNTOMA
Carmen González Táboas

Freud demostró que hay represión y que lo reprimido retorna a su manera. Lo cual le permitió descubrir en los síntomas, detrás de su cara de sufrimiento, otra cara de satisfacción inconsciente. El psicoanálisis de Freud avanzó en la dirección de una práctica interpretante capaz de modificar en algo la oscura satisfacción que aquellos encerraban; lo cual evidencia el poder de la palabra que viene del Otro.
Es verdad que, por esa vía, el psicoanálisis activó en la cultura el malentendido de un imperio de la palabra. Sin embargo, que todo se arregle hablando se muestra cada día más problemático. Después de Lacan, es necesario pensar de otro modo la palabra y el lenguaje; de otro modo el inconsciente y el síntoma. El síntoma de cada uno es su modo de gozar.
Lacan ha conducido la experiencia analítica a ese punto.
En efecto, en el interior de la experiencia analítica es necesario tocar la palabra de manera tal que sirva para atravesar lo que de envoltura lenguajera tienen los síntomas, y llegar al corazón de su insistencia repetitiva que involucra al cuerpo; cuerpo que es cuerpo imaginario, cuerpo simbólico, cuerpo real: nudo de discurso que se anuda, precisamente, por el Síntoma.
Dicho de otro modo: una travesía es posible desde la multiplicidad de los síntomas, hasta un nuevo estado del Síntoma.
Síntoma que, tal como se presenta para el analizante en los confines de su análisis, requiere el tiempo de hacerse a su ser de goce; saber hacer ahí con eso de sí que ya no se franquea.
“Il faut le temps”, dice Lacan; que hace falta el tiempo bien lo saben el analizante y el practicante del psicoanálisis. Tiempo de los necesarios trayectos para que el hablanteser pueda saberse único responsable de una satisfacción que debe encontrar nuevas formas en el lazo con los otros; nuevas en su textura, en su color afectivo, en su eficacia que llamaré política, pues implica el orden de las consecuencias, que sin duda son sociales y son públicas. Es la enseñanza dejada por 100 años de psicoanálisis, (psicoanálisis cuya muerte sigue siendo sin cesar anunciada).


En filigrana: Freud, Lacan y Galileo
Graciela J. Chester

Resultado, confieso, de cierta curiosidad, recibo – semanalmente – información médica que se revuelve con lo último de las novedades en neurociencias.
El artículo – al que me referiré - no hubiera agregado ninguna primicia, si no fuera por cierta coincidencia temporal. Sólo tres días antes, en el curso que Juan Carlos Indart dicta, quincenalmente, en la EOL , trabajamos el artículo de Regnault, El ojo del lince.(1)
Ustedes se preguntarán cuál es la sorpresa que la diosa fortuna sacó a mi encuentro.
En este artículo, F. R. hace un puntilloso y paciente estudio de lo que Lacan ubica como el surgimiento del sujeto de la ciencia: con nombre, apellido y… consecuencias clínicas: Galileo Galilei, su telescopio y la forclusión de la mirada respecto de la visión.
A través de diálogos imaginarios entre los contemporáneos al físico, salen a la luz una serie de indicaciones. Galileo las llama operaciones, preparatorias al uso posible del instrumento que prolongaría la visión. Siguiendo los declarados pasos, se obtendría un ojo desafectado de la mirada. El resultado de esta pulcritud escópica, Regnault lo llama el desfalco del sujeto.
El director(2) de una institución dedicada a la psicología cognitiva experimental, entrevistado por un reconocido laboratorio local, es presentado a la comunidad como un conspicuo profesional en neurociencias.
Este experto atribuye el enorme interés en lo cognitivo – conductual, nada más ni nada menos que ¡al descubrimiento del telescopio!, en 1608: “Con esta herramienta, se descubrieron nuevas entidades galácticas a las que se podía rastrear a lo largo del cielo nocturno […] Similares avances en la ciencia pueden encontrarse en sus diferentes dominios con el advenimiento de nuevos métodos de observación. La emergencia de las neurociencias ha sido alimentada por nuevos métodos, algunos de los cuales utilizan herramientas de alta tecnología que no estaban disponibles a los científicos de generaciones anteriores”.
¿Acordarán conmigo si propongo considerar a este facultativo y su modus operandi como heredero de Galileo?
Por eso, más que nunca nos cabe a los psicoanalistas de la orientación lacaniana, hacer pasar a la comunidad: que lo que se considera una alteración o trastorno, es efecto de una “desgarradura del yo que nunca se reparará”(3); que para el psicoanálisis hay un saber – no sabido que habita en cada ser parlante; que ese saber no es evidente ni responde a ninguna lombrosiana observación; que esa división inaugural y constituyente supone la pulsión, en este caso, el objeto mirada rechazado; que la multiplicación de tecnología irá incrementando saber, cada vez, más desprendido de la verdad de un sujeto; que… (4)


1 Regnault, François: Dios es inconsciente. Artículo: El ojo del lince. Manantial, 1993
2 La entrevista está fechada en Julio del 2007, la leí en un boletín publicado el lunes 23–VI-08
3 Freud, Sigmund: La escisión del yo en el proceso defensivo, Obras Completas. Amorrortu. 1993
4 encuentro, en el titulo de estas Jornadas, la ocasión de ampliar cada uno de estos puntos.



Directorio

Director: Oscar Zack
Secretaría: Blanca Sánchez
Tesorería: Déborah Fleischer
Carteles: Daniel Millas
Biblioteca: Fernando Vitale


Comisión Organizadora

Coordinación: Gabriela CamalyIntegrantes: Susana Colabianchi, Viviana Fruchtnicht, Nilda Hermann,
Claudia Lijstinstens, Victoria Márquez, Marcela Romero, Edit Tendlarz